Aquí estamos otra vez con la luneta del portón.
Antes del montaje definitivo voy a hacer unos retoques a los elementos internos del arco, sustituyendo las molduras ya hechas con otras más lisas (los "cortes" diagonales que había hecho en las anteriores resultaban un poco bastos).
En un libro sobre arquitectura medieval en Génova que pude consultar en la biblioteca, estas molduras recibían el nombre de ghiere poligonali, pero me resulta un tanto difícil traducir este término al castellano... seguiré llamándolas molduras, ya que ghiere (pron. guiere) tiene como principal significado el de "sellos, cápsulas o zunchos".
Antes del montaje definitivo voy a hacer unos retoques a los elementos internos del arco, sustituyendo las molduras ya hechas con otras más lisas (los "cortes" diagonales que había hecho en las anteriores resultaban un poco bastos).
En un libro sobre arquitectura medieval en Génova que pude consultar en la biblioteca, estas molduras recibían el nombre de ghiere poligonali, pero me resulta un tanto difícil traducir este término al castellano... seguiré llamándolas molduras, ya que ghiere (pron. guiere) tiene como principal significado el de "sellos, cápsulas o zunchos".
La estructura de la luneta ahora está completada y puedo pasar al montaje de todas las piezas: primero el arco bicolor y el fondo. Luego, después de haber rellenado las juntas con un poco de cemento, es el turno del fresco y de las molduras.
Mientras tanto llevo adelante la construcción de un arco rebajado de piedra que irá a cerrar el umbral coincidiendo con la cara interior de la luneta. El soporte de cartón es el mismo usado para el mayor de los arcos lombardos y para los demás arcos de la habitación de servicio.
Mientras tanto llevo adelante la construcción de un arco rebajado de piedra que irá a cerrar el umbral coincidiendo con la cara interior de la luneta. El soporte de cartón es el mismo usado para el mayor de los arcos lombardos y para los demás arcos de la habitación de servicio.
Cuándo todo ya está bien pegado, puedo al fin admirar el portón coronado por su bella luneta.
Y por lo visto no soy el único..
Los transeuntes curiosos se dan la vuelta para mirar el fresco y algunos se meten en el pórtico para observarlo mejor. Uno de éstos, con el cual tengo una rápida conversación, insinua que la forma del escudo no es la correcta. Parece ser álguien que sabe mucho, así que decido hacerle caso y llevar a cabo unos pequeños cambios en el dibujo.
La ventaja de haber realizado yo mismo el fresco sin encargarlo a un maestro de otra ciudad es precisamente la de poder retocar el trabajo en cualquier momento.
En este caso es suficiente la punta del cutter para cambiar el perfil del escudo y corregir la forma de la cruz.
Et voilá.
Y por lo visto no soy el único..
Los transeuntes curiosos se dan la vuelta para mirar el fresco y algunos se meten en el pórtico para observarlo mejor. Uno de éstos, con el cual tengo una rápida conversación, insinua que la forma del escudo no es la correcta. Parece ser álguien que sabe mucho, así que decido hacerle caso y llevar a cabo unos pequeños cambios en el dibujo.
La ventaja de haber realizado yo mismo el fresco sin encargarlo a un maestro de otra ciudad es precisamente la de poder retocar el trabajo en cualquier momento.
En este caso es suficiente la punta del cutter para cambiar el perfil del escudo y corregir la forma de la cruz.
Et voilá.
MATERIALES:
pizarra, cola blanca
SHERRAMIENTAS:
tenazas, pinzas, papel de lija, serrucho, espátula, soporte de cartón
MEDIDAS (en cm):
ancho del arco rebajado:
profundidad:
grosor:
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