Una vez acabado el ensamblaje de vigas, viguetas y tablas para el entresuelo del almacén, vuelvo a trabajar en la fachada de la Domus, metiendo mano otra vez al portón principal.
Bueno, más que del propio portón, se trata de lo que tiene por encima.
De hecho el lintel estará coronado por un arco de descarga que a diferencia de los que ya he construido sobre las puertas del almacén, será de tipo ojival y tendrá una función decorativa además de estructural. Estará compuesto por dovelas de mármol alternadas a otras de pizarra, y la luneta en su interior también estará decorada, aunque es pronto para hablar de eso.
De hecho el lintel estará coronado por un arco de descarga que a diferencia de los que ya he construido sobre las puertas del almacén, será de tipo ojival y tendrá una función decorativa además de estructural. Estará compuesto por dovelas de mármol alternadas a otras de pizarra, y la luneta en su interior también estará decorada, aunque es pronto para hablar de eso.
Como en anteriores ocasiones, el montaje de las piezas tiene lugar sobre el impreso a escala real del proyecto. Al cortar las piedras, de forma más o menos trapezoidal, trato de cuidar especialmente las superficies laterales para que coincidan entre ellas y apunten todas hacia el centro del arco.
El extradós y el intradós tendré ocasiones de perfeccionarlos una vez pegadas las piedras.
La única pieza que me crea alguna dificultad es la clave, que consigo realizar sólo al segundo intento.
El extradós y el intradós tendré ocasiones de perfeccionarlos una vez pegadas las piedras.
La única pieza que me crea alguna dificultad es la clave, que consigo realizar sólo al segundo intento.
Después de haber ulteriormente reforzado la superficie posterior del arco con abundante cola, procedo con los acabados usando lijas y cilindro abrasivo del Dremel.
Ahora puedo pasar al fondo de la luneta, que estará compuesto por losetas de pizarra bastante finas y servirá como base para el fresco mural.
Vaya, ya lo he dicho: la luneta estará decorada en fresco, cuyo objetivo será dar a quién entre en la Domus la medida de la riqueza de sus dueños.
De todas forma el sujeto del fresco no será el que se ve en estas imágenes. En ese caso tan sólo se trataba de una prueba que posteriormente "reciclaría" como marca del propio Domus project.
Pero volvamos al tema de este post:
Vaya, ya lo he dicho: la luneta estará decorada en fresco, cuyo objetivo será dar a quién entre en la Domus la medida de la riqueza de sus dueños.
De todas forma el sujeto del fresco no será el que se ve en estas imágenes. En ese caso tan sólo se trataba de una prueba que posteriormente "reciclaría" como marca del propio Domus project.
Pero volvamos al tema de este post:
Para pegar entre ellas las finas losetas sin imprecisiones, después de componer la luneta en su forma definitiva voy aplicando unas tiras de cinta adhesiva sobre la superficie frontal, para luego distribuir la cola en la parte trasera. Una vez seca, puedo retirar la cinta y la luneta ya está hecha.
A pesar de lo que parece, el trabajo de corte aún no ha terminado. Es más, ahora viene la parte más difícil y menos estudiada. Iré por intentos.
Se trata de realizar las molduras internas de la luneta, que siguen su curva enriqueciéndola estéticamente. Elementos de este tipo son muy comunes en los edificios medievales genoveses, por otra parte muy pobres de decoraciones superfluas.
El problema principal, además del tamaño tan diminuto, es el corte curvado, que difícilmente podré realizar sin romper las piezas.
El primer experimento lo llevo a cabo con mármol blanco, el material usado en la construcción real. No confío mucho en esta solución porque ya sé que a esta escala la piedra es muy frágil y se hace pedazos.
Pero por lo menos ahora puedo decir que lo he intentado.
La segunda prueba ve el uso de la piedra artificial recogida hace años en discreta cantidad para otro proyecto ya finalizado.
Aquí también el corte me crea algún problema, pero el material sintético es realmente resistente y aunque quisiera, no conseguiría romperlo con los dedos.
Poco a poco voy recortando de la barrita uno de los dos segmentos utilizando el disco de diamante. El grosor será de unos 4 milímetros, pero la resistencia de la piedra es tal que consigo recortarlo directamente sin tener que partirla previamente en dos pequeños paralelepípedos.
Aunque en este caso no sería necesario, cortaré ulteriormente las piezas (en las estructuras reales nunca son tan largas y cada moldura está compuesta por tres o cuatro segmentos) para añadir un toque de realismo.
Para insertar las molduras en el interior de la luneta me veo obligado a escavar un poco el intradós del arco para que encaje bien con las piezas.
Luego, animado por súbita inspiración, grabo unas ranuras diagonales en los cantos con la intención de imitar la decoración real de los arcos góticos, que de todas maneras a este tamaño no estaría en grado de reproducir.
El resultado final no es tan preciso como me gustaría, pero tampoco me desagrada...
La inspiración sin embargo se desvanece al día siguiente, cuando decido que me gustaba más el arco liso. Una vez más la dureza del material me permite proceder a pesar de mis cambios de humor y en breve elimino las ranuras.
Aún no puedo mostrar el resultado final sin adelantar demasiado el contenido de lo que será el próximo post, así que les dejaré con la duda. Se sabe como van estas cosas, hay que mantener alto el nivel de atención para que el lector no se desafeccione...
Les dejo con la primera versión de la luneta, que veremos terminada y pintada más adelante...
MATERIALES:
pizarra, mármol blanco, piedra artificial, cola blanca
HERRAMIENTAS:
pinzas, tenazas, lijas, papel abrasivo, Dremel con disco de diamante y cilindro abrasivo, cinta, tornillo de banco
MEDIDAS (en cm):
arco bicolor: 0,55 (profundidad); 5 / 3,6 (ancho); 3,2 / 2,4 (alto)
sección molduras: 0,3 x 0,2
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