Una vez realizada la base y enmarcada la superficie del sótano con la loseta de hormigón, ha llegado el momento de comenzar la puesta en obra de los ladrillos.
La técnica elegida para la pavimentación de la cantina es el opus spicatum, muy común en la antigüedad y en la edad media.
Para colocar los ladrillos recurro a un material simple pero eficaz: la cola blanca. Esta queda transparente una vez seca, evitando así manchas en caso de derrame. Se puede decir que en mi miniatura viene a sustituir el mortero, que con tamaños tan reducidos daría peores resultados.
Tras haber efectuado unas pruebas de composición sin pegamento (en la foto), estoy listo para empezar el trabajo.
Tras haber efectuado unas pruebas de composición sin pegamento (en la foto), estoy listo para empezar el trabajo.
Primero voy colocando una fila de ladrillos a lo largo de todo el perímetro del sótano y alrededor de los pilares, creando una especie de marco. Presto igualmente mucha atención a que la cola no se salga de las fisuras y por eso uso unas pinzas metálicas, lo que me permite trabajar con mayor precisión. Los ladrillos son muy diminutos y con el solo uso de los dedos, en breve podría caer víctima de un ataque de nervios.
Después del marco, comienzo a colocar la primera file de ladrillos en diagonal sobre pequeñas porciones de cemento preparado con cola. Cuando por alguna razón tardo en colocar las piezas y esta se seca, la voy removiendo con la hoja del cutter para evitar que su volumen altere la disposición de los ladrillos.
El trabajo sigue bastante rápido, con la única dificultad de mantener la disposición regular de los "gajos". De hecho los ladrillos no son perfectamente iguales y algunos necesitan unos retoques antes de ser usados. Además hay que decir que los más de 1300 ladrillos fabricados, se van acabando cuando todavía me falta por cubrir la mitad del suelo, y necesitaré preparar otra tabla (una jornada de trabajo entre aplicación, corte, secado y pulido).
Terminada la composición y rellenados los espacios que quedaban vacíos con piezas cortadas en triángulo, paso a lijar la superficie para eliminar el desnivel y dejar el suelo liso. Lo último que queda por hacer tras limpiar el suelo del polvo (un mar de polvo, aconsejo hacer este trabajo al aire libre), es el relleno de las juntas con cemento...
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