[ESP] Construcción 51: Puerta de la cantina

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Ya que de momento el gato se encuentra encerrado en su jaula, puedo seguir trabajando a las estructuras de la planta baja.
Tras levantar las jambas de piedra en las paredes de la entrada, el único elemento que aún falta para terminar la construcción del sótano es la puerta de acceso a la escalera.
Se trata del primer elemento de madera que voy a construir. Cada vez que me enfrento a algo nuevo necesito antes investigar un poco y si necesario efectuar algunas pruebas. En este caso no va a haber pruebas previas sino sólo un poco de documentación sacada de uno de mis libros, además de algunas fotos encontradas en internet.
La materia prima será un listón de madera que guardé precisamente para este fin.


El acceso al subterráneo está reservado a los dueños de la casa y al personal de servicio. Se trata entonces de una abertura de tamaño reducido. Sin embargo se asoma a la entrada principal, lugar de paso de invitados y amigos, así que deberá tener un aspecto digno además de cierta resistencia.

Me resultan muy útiles unas fotos que algún diligente turista ha disparado dentro de las prisiones del Palacio Ducal de Génova. El aspecto de aquellas puertas es quizás demasiado macizo, pero se acerca mucho a lo que quiero realizar.


En mi caso opto por construir una puerta simple, donde las tablas verticales están enmarcadas en la cara interior por montantes y cabios, reforzados en medio por un travesaño horizontal.
Dos bisagras de hierro sujetarán la puerta a la pared, permitiendo su correcto movimiento. La puerta se abrirá hacia afuera con movimiento de derecha a izquierda para apoyarse a la pared lateral de la entrada, y será cerrada por un cerrojo que entrará directamente en el muro.
No hice muchas fotos de esta primera experiencia (tendré ocasión de dar más detalles cuando me encargue del portón principal), per el resultado final se puede apreciar en las siguientes imágenes:



Las tablas están pegadas entre ellas con cola blanca, mientras las piezas de hierro están hechas a partir de alambre viejo golpeado en frío con el martillo y están montadas en la puerta sin el uso de pegamentos. Algunas de estas piezas fueron repetidas más veces, hasta alcanzar el resultado deseado. Lo más complicado fue el montaje de las bisagras, puestas de tal manera que el movimiento de la puerta resultara uniforme y coincidiera con la pared sin dejar fisuras. Para conseguir ésto fue necesario tallar la piedra para que las bisagras quedaran ocultadas por las jambas.

Si explicarlo en palabras ya es complicado, lo es aún más en la práctica. El mayor problema es precisamente la inserción de los ganchos de hierro en la piedra, que me lleva a deshacer en parte el trabajo ya terminado sustituyendo las piezas rotas en el intento de taladrar el muro.

Una buena idea: para evitar que el polvo de la pizarra cayera dentro de la cantina, rellené el hueco de la escalera con algodón sintético, que quitaré luego a trabajo terminado.


Si hay algo que he aprendido de la construcción de esta puerta (presumiblemente la primera de muchas) es que el montaje de la misma puerta en el muro se tiene que llevar a cabo a la vez que la construcción del muro y no en un segundo momento como ocurre en la realidad.
Abrir los agujeros en la pared cuando las jambas ya están montadas es una operación demasiado complicada por culpa de las dimensiones tan reducidas, empeorada en este caso por la imposibilidad de acceder con los dedos al interior de la escalera debido a la bóveda cerrada.

Después de estas operaciones la puerta quedó un tiempo sin terminar, mientras avanzaba la construcción del suelo y de los muros. Aún quedan por arreglar unos detalles, por ejemplo una parte del marco de madera que se despegó al poner el cerrojo.

Aquí os dejo un par de fotos de la puerta ya montada:


MATERIALES:
madera, alambre, pizarra

HERRAMIENTAS:
cutter, regla, pinzas, yunque, martillo, cola blanca, Dremel + broca y disco de diamante (para el corte de las piedras)

MEDIDAS (en cm):
altura: 3,6
anchura: 2
grosor: 0,2




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