Allontaniamoci per un attimo dalla facciata e dalle finestre e andiamo a vedere come procedono i lavori all'altro lato del piano nobile, per la precisione sulla soglia tra il vano d'accesso e il salone principale.

Questa parte è stata trascurata a lungo mentre si procedeva alla costruzione del cucinino e degli altri locali. Nonostante questo, la posa dei pezzi che compongono la soglia risale addirittura a quando il pavimento del salone non era ancora installato. In quel momento il perimetro del primo piano si limitava alla base dei muri, con l'eccezione della facciata che già aveva raggiunto l'altezza attuale.
Ecco come appariva lo scalino progettato per superare il dislivello tra le due stanze:

La forma dell'uscio prevede già le differenti larghezze dell'apertura frontale e del vano interno, nel quale verranno montati i battenti di legno.
Da qui fino al livello delle mensole di sostegno dell'architrave, gli stipiti proseguiranno dritti senza interruzione, salvo i fori realizzati per il futuro inserimento dei cardini.

E' giunto quindi il momento di occuparsi delle mensole, che ho deciso di intagliare in forme un po' più elaborate rispetto a quelle che caratterizzano le porte fatte finora. Anche lo spessore del muro mi permette di sbizzarrirmi con qualcosa di più figurativo delle solite lunette.

Incidendo la pietra con la punta di diamante riesco a scolpire due sfere inframezzate da semplici "virgole" in rilievo. Con un po' di fantasia potrebbe trattarsi di melagrane o arance ancora appese a sottili rami spiraliformi, appena intuibili dalla curvatura delle foglie...

La posa di questi due pezzi completa la struttura verticale della porta, dando agli occhi degli ospiti un nuovo dettaglio sul quale soffermarsi...

Adesso tocca all'architrave, per il quale andrò a recuperare un pezzo realizzato tempo fa e pensato inizialmente per essere inserito in facciata. Si tratta di un bassorilievo modellato con lo Sculpey, una speciale plastilina che solidifica cuocendo in forno a 130°C. Per inciderlo utilizzai principalmente un punteruolo e un mini-cacciavite a punta piatta, strumenti di fortuna che però si rivelarono sufficienti allo scopo.

La figura ritrae una scena navale con la presenza al centro di una torre/faro e si ispira ad un bassorilievo che decora la facciata della torre di Pisa, posto proprio nei pressi dell'ingresso (vedi foto accanto).

Una volta finito, mi resi conto che risultava troppo grande per le bande bianche della facciata, per cui lo misi da parte in attesa di un possibile riutilizzo.
Ora, leggermente ritagliato e accompagnato da un blocco di ardesia delle stesse dimensioni, trova la sua collocazione definitiva sulla porta d'accesso del salone, pronto a dare il benvenuto agli ospiti.

Ovviamente il signore della casa non perderà occasione per raccontare di quella volta in cui, insieme alla flotta genovese, abbordò un vascello pisano in rotta verso la Corsica. E guarda caso, all'interno delle stive cariche d'ogni ricchezza, fu rinvenuto anche questo pregiato bassorilievo di cui il comandante fece omaggio proprio a lui...

Sopra l'architrave sarà il caso di costruire un piccolo arco di scarico che attraversi il muro per tutto il suo spessore. All'intradosso verrà chiuso da un sottile diaframma.
Le lunette risultanti su entrambi i lati potranno essere decorate o rimanere così, come semplici elementi architettonici a vista.

A questo punto non resta che proseguire la costruzione inglobando l'archetto nella muratura, e per quanto riguarda il lato esterno non c'è altro da fare. Immediatamente sopra l'arco, infatti, si inseriranno i travetti del solaio, cosa che va oltre l'argomento di questo post.

Vediamo invece cosa succede all'interno, dove il soffitto è decisamente più alto.

Un nuovo archetto prende posizione (ma quanti ne avrò fatti da quando ho iniziato?). Questa volta si tratta di un arco ribassato, che chiude in altezza la rientranza del vano porta e spiana la strada per il completamento della parete.

Certo, si vedono ancora gli interstizi vuoti perché il muro andrà riempito e i giunti rifiniti con il cemento, ma finalmente anche questa parte di muratura ha raggiunto un livello dignitoso. E poi...

No, aspetta a scattare che non ho finit... CLIC!

MATERIALI:
ardesia, Sculpey, colla bianca
STRUMENTI:
tenaglie, pinzette, carta abrasiva, seghetto, Dremel, punteruolo, cutter

Último post dedicado a la construcción de las puertas del almacén.

Resumiendo, hemos visto la construcción de las puertas de madera (1), la perforación de los umbrales (2) y la finalización de los muros con la puesta en obra de los dinteles (3). Ahora quedan por terminar la fachada exterior con los arcos de cierre del alféizar y el ensamblaje final de todas las piezas.

Como previsto desde el principio, los elementos más difíciles de realizar son los aros superiores para la rotación de las puertas, que deberán encajar perfectamente con los arcos alineándose en vertical con los agujeros ya abiertos en el umbral.
En las imágenes tomadas como referencia, estas piezas desarrollan a la vez la función de quicio para la puerta y de elementos del arco, adquiriendo una forma bastante compleja. Dado el tamaño y la fragilidad del material usado (pizarra), decido realizar las dos partes por separado juntándolas luego en fase de montaje.

Las pequeñas piezas de los quicios van siendo talladas y pulidas con lijas para metales mientras están fijadas a la abrazadera. A continuación me encargo de la perforación con el taladro, operación muy delicada que me obliga en más ocasiones a repetir el trabajo desde cero a causa de su ruptura. Al final consigo obtener cuatro aros de aspecto aceptable.

Coloco los sillares que faltan para llevar las jambas al nivel de los arcos, luego voy pegando por fin los dinteles, bloqueando así el pilar central que tendía a inclinarse hacia el exterior.
Aplico también un tirador de hierro en la cara externa de la puerta pequeña.

Ahora toca a los arcos, que voy montando sobre un soporte de cartón y que después ajustaré para colocarlos sobre el alféizar.

La altura del extrados del arco no debe superar la de las vigas principales, para permitir el alojamiento de las viguetas que sujetarán el suelo superior y que en este lado se insertarán directamente en la pared.
En la siguiente imágen se puede ver como viga y arco resultan perfectamente 'a nivel'.

Efectuada esta ultima prueba puedo pegar todas las piezas (¡por fin!) y terminar el muro. Ahora las puertas están definitivamente bloqueadas por los palos verticales y ya no pueden ser sacadas.
El movimiento de apertura y cierre sin embargo funciona correctamente, y eso es lo que importa...

MATERIALES:
pizarra, cola blanca, alambre (para el tirador)

HERRAMIENTAS:
pinzas, tenazas, lijas, papel de lija, serrucho, abrazadera, nivel, cartón, Dremel con punta de taladro

MEDIDAS (en cm):
anchura y profundidad de os arcos: 5 x 1,7
altura del extrados: 8
aros de piedra: (profundidad) 0,8; (altura y ancho) variables; (diametro agujero) 0,3;

La construcción de la escalera de piedra avanza con la puesta en obra de nuevos escalones, que ahora ya son una decena.
Los últimos colocados casi llegan a superar la bóveda de la habitación de servicio, cubriendo por completo la leñera con la excepción de una fina ranura a través de la cual aún se puede ver el interior.

Mientras tanto, las paredes de la entrada han ido creciendo en altura y han alcanzado la base del arco de acceso de la escalera.
A estas alturas, hará falta comentar con más detalle de qué forma voy a cubrir la escalera, sacando inspiración (para variar) de algunas ilustraciones de Viollet-le-Duc.

A diferencia de la escalera de la cantina, cerrada por una única bóveda de ladrillo que sigue la misma inclinación de la rampa, esta estructura estará hecha de piedra.
Dicha elección no responde a exigencias de carácter histórico u observaciones sobre los edificios genoveses, sino simplemente al hecho de que, tratándose de la escalera principal de acceso a la planta noble, aparecerá ciertamente más rica si realizada con este material en vez que con simples ladrillos.

La escalera está construida dentro de la misma torre, cuyas gruesas paredes pueden sujetar perfectamente el peso de la cubierta de piedra. Sin embargo ésta no estará compuesta por una única bóveda inclinada, sino por una serie de arquitos de medio punto colocados para formar una especie de escalera al revés que correrá paralela a los propios escalones.

Con las siguientes imágenes muestro la construcción del primero de estos arquitos, ensamblado usando como soporte una moneda de la misma anchura del pasillo (en realidad tuve que lijarla un poco por un lado, pero la diferencia es casi imperceptible).

Como ya he dicho, se trata sólo es del primero de una serie de arcos todos iguales, así que es muy probable que más adelante se hagan necesarios unos retoques.
De hecho, para mantener la misma inclinación de la escalera, cada arco debería corresponder por altura y profundidad a dos escalones. En este primer experimento la altura es evidentemente menor, por lo cual entre este arco y el siguiente quedará una pequeña fisura en forma de uña que habrá que tapar con más piedras.
De otra manera, tendré que realizar arcos cuyo grosor sea mayor en correspondencia de la parte central para no dejar ningún hueco en fase de montaje...

MATERIALES:
pizarra, cola blanca
HERRAMIENTAS:
tenazas, pinzas, lijas, papel de lija, moneda de 2 euros, cartón, lápiz
MEDIDAS (en cm):
profundidad: 1,2
altura de las cuñas: 0,6
anchura arco: 2,5
radio interno: 1,3