No sé muy bien como llamar esta habitación de la planta baja, así que de momento voy a referirme a ella con el nombre genérico de "cuarto de servicio".
Se trata de un pequeño espacio cuadrado, abierto por un lado al almacén principal y que por el otro da acceso a la leñera.
Se trata de un pequeño espacio cuadrado, abierto por un lado al almacén principal y que por el otro da acceso a la leñera.
En el centro del suelo (puesto a un nivel ligeramente más bajo que el del fondaco) se abre una pequeña trampilla redonda. Ésta estaba pensada en un primer momento para ser utilizada como pozo para el abastecimiento de agua, pero finalmente he descarté la idea de realizar otras aberturas en la misma vertical en los pisos superiores. De hecho este espacio corresponderá en cada planta al descanso entre las rampas de escaleras y la presencia de un agujero en el suelo sería cuanto menos inoportuno.
Para empezar voy subiendo el nivel de la escotilla, colocando otra hilera de ladrillos en su perímetro (como ya hice con la otra más grande).
Luego, para solucionar el problema del desnivel, coloco dos listones de piedra en el umbral de acceso formando un pequeño escalón. Me doy cuenta de que este elemento también podría ser causa de graves accidentes: me imagino ya algún joven aprendiz tropezando en él y cayendo de cabeza por la trampilla abierta...
Pero bueno, también hay que prestar atención a dónde se ponen los pies. Al fin y al cabo estamos en un edificio medieval y por lo que he podido ver las estructuras de esa época carecían de un estándar de seguridad. La única real preocupación de los constructores era la estabilidad del edificio y detalles como la accesibilidad y la comodidad pasaban en segundo lugar.
También es cierto que las personas entonces tenían que estár más pendientes que nosotros de las irregularidades del suelo así como del riesgo de caídas. Fracturarse una pierna en la edad media podía tener consecuencias mucho más graves que en nuestros días...
Dicho ésto (basicamente para librarme de posibles denuncias por daños físicos y morales), volvamos a la puesta en obra de nuestro suelo.
Para la realización del fondo, nada nuevo respecto a las anteriores experiencias: cemento rápido, secado y pulido. La bóveda ya había sido parcialmente rellenada con sobras de cemento resultantes de la pavimentación del fondaco, así que la operación resulta màs rápida.
En esta ocasión también usaré los ladrillos de Das, pero colocándolos tumbados según un eje diagonal respecto a las paredes de la habitación. Esta diferencia de diseño con el suelo del fondaco, junto con los listones de piedra, debería dar más visibilidad al cambio de ambiente, ayudando así los inquilinos descuidados a no tropezar.
También es cierto que las personas entonces tenían que estár más pendientes que nosotros de las irregularidades del suelo así como del riesgo de caídas. Fracturarse una pierna en la edad media podía tener consecuencias mucho más graves que en nuestros días...
Dicho ésto (basicamente para librarme de posibles denuncias por daños físicos y morales), volvamos a la puesta en obra de nuestro suelo.
Para la realización del fondo, nada nuevo respecto a las anteriores experiencias: cemento rápido, secado y pulido. La bóveda ya había sido parcialmente rellenada con sobras de cemento resultantes de la pavimentación del fondaco, así que la operación resulta màs rápida.
En esta ocasión también usaré los ladrillos de Das, pero colocándolos tumbados según un eje diagonal respecto a las paredes de la habitación. Esta diferencia de diseño con el suelo del fondaco, junto con los listones de piedra, debería dar más visibilidad al cambio de ambiente, ayudando así los inquilinos descuidados a no tropezar.
Alrededor del nuevo suelo quedan los huecos desde los cuales se levantarán las paredes y los pilares de piedra.
Arriba a la izquierda, a lo largo del muro que forma la base de la torre, se abrirá el acceso para la leñera situada debajo de la escalera de piedra, mientras que en esta última foto os dejo un pequeño adelanto del nuevo umbral.
Arriba a la izquierda, a lo largo del muro que forma la base de la torre, se abrirá el acceso para la leñera situada debajo de la escalera de piedra, mientras que en esta última foto os dejo un pequeño adelanto del nuevo umbral.
pizarra, ladrillos de Das, cemento, cola blanca
HERRAMIENTAS:
pinzas, papel de lija, lijas, tenazas
MEDIDAS (en cm):
cuarto: 6,5 x 7,8
escalón: ancho 5,3; alto 0,2
diámetro trampilla: 1,8
ladrillos: 0,8 x 0,5 x 0,3