Construcción 18: Bóveda de arista con trampilla

Terminada la primera bóveda de arista para el techo de la cantina, ahora le toca a la segunda.

No escribiré un post por cada bóveda realizada porqué sería bastante inútil y resultaría aburrido.
En este caso se trata de una bóveda ligeramente diferente de las demás. Será hueca en su parte central, incluyendo una trampilla que comunicará la planta baja del edificio con los subterráneos. A través de ella será posible bajar toneles y mercancias directamente a la cantina sin tener que pasar por las escaleras, muy estrechas y empinadas.

Voy colocando los ladrillos sobre el soporte a partir de los arcos laterales hasta formar una especie de marco. En el centro ya he puesto la que será la tapa metálica de la trampilla, justo para hacerme una idea de su tamaño. Se trata de una pieza de bisutería, útil quizás para la fabricación de pendientes o collares.

Sobre otro soporte (realizado clavando un disco de cartón sobre una tablita de madera), voy juntando ladrillos hasta formar un anillo. Esta será la segunda pieza de la bóveda, que deberá encajar con el marco construido previamente.

Ahora que las piezas están pegadas, sólo me queda rellenar los espacios vacíos con ladrillos. Esta resulta ser la operación más compleja, ya que la forma de los huecos es muy peculiar.
El resultado deberá ser lo más regular posible y seguir la curva de la bóveda, además del perfil de la trampilla.

He aquí en mi mano la bóveda terminada vista desde abajo, mientras con un dedo voy sujetando la tapa. 

También en este caso, para que el trabajo esté terminado, aún faltan las operaciones de pulido, relleno de las juntas y barnizado. Pero antes de encargarme de eso iré construyendo más bóvedas...

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