Lo que vais a leer será el último post dedicado a la construcción de los ambientes subterráneos. Después de un año y medio desde el comienzo de la obra ha llegado el momento de colocar las bóvedas y dar por terminadas la bodega, la despensa, la celda y todo lo que se encuentra en este sótano.
Las bóvedas y los arcos que cubren parte de los ambientes están ya montados y listos para ser colocados de forma definitiva. La otra mitad se encuentra todavía dividida en tres partes debido a su forma compleja, y la primera tarea de esta última fase del trabajo será la de juntar las piezas en un único bloque.
Es una operación que ya he efectuado con la primera mitad, así que no voy a explicarlo todo en los detalles. El único problema podría estar representado por uno de los arcos de piedra que ya está pegado a los pilares, por lo tanto los posibles retoques tendrán que ser efectuados después del montaje.
Es una operación que ya he efectuado con la primera mitad, así que no voy a explicarlo todo en los detalles. El único problema podría estar representado por uno de los arcos de piedra que ya está pegado a los pilares, por lo tanto los posibles retoques tendrán que ser efectuados después del montaje.
Los subterráneos de la Domus basicamente están organizados en dos ambientes principales: uno más estrecho y alargado que desde la escalera y la cisterna lleva hasta una abertura lateral rodeando la celda del calabozo; Otro más amplio y regular, cubierto por seis bóvedas de arista que apoyan sobre dos cortas columnas de piedra y que incluye la bodega y la despensa. Al fondo de esta sala se abre un pequeño pasillo enbovedado cerrado por una cancela de hierro, mientras en el lado opuesto, inmediatamente debajo de la bóveda, se encuentra la ventana arqueada y protegida por vallas.
Además de estos ambientes, hay otro espacio ocupado por el aljibe (que también podría ser una nevera) y por la escalera que sube a la planta baja, ambos cubiertos por bóvedas de cañón.
Precisamente la cubierta de la escalera aún necesita de algún pequeño arreglo antes de ser terminada. De hecho aquí hay un problema: los ladrillos de los que está formado el arco de la puerta, construida en las primeras fases de la obra, no encajan perfectamente con los de la bóveda. Ésto no podría (o no debería) ocurrir en una obra real, donde la bóveda estaría construida directamente en el lugar. Yo, al revés, la he ido construyendo a parte para seguir trabajando de forma más cómoda en la escalera, y evidentemente los nuevos ladrillos tenían un tamaño ligeramente diferente.
Precisamente la cubierta de la escalera aún necesita de algún pequeño arreglo antes de ser terminada. De hecho aquí hay un problema: los ladrillos de los que está formado el arco de la puerta, construida en las primeras fases de la obra, no encajan perfectamente con los de la bóveda. Ésto no podría (o no debería) ocurrir en una obra real, donde la bóveda estaría construida directamente en el lugar. Yo, al revés, la he ido construyendo a parte para seguir trabajando de forma más cómoda en la escalera, y evidentemente los nuevos ladrillos tenían un tamaño ligeramente diferente.
Una vez detectado el problema y analizadas las posibles soluciones, me tomo una buena "licencia poética" y pego las dos piezas directamente con el das, aprovechando de la temporal ausencia del jefe...
Pero antes que el material se seque por completo, vuelvo a remover la bóveda. La escalera aún no está terminada y todavía deberá ser pulida, rellenadas las juntas y barnizada, así que la bóveda, aunque esté lista, deberá quedar removible por un tiempo.
La vuelvo a poner en su sitio cuando el das ya está seco y procedo al pulido interno del arco para eliminar las sobras de material y restaurar el perfil del arco.
Para proteger la escalera del polvo la forro con un recorte de papel de cocina, presionando un poco para que coja la forma de la escalera y no se mueva. Una vez más estoy ensuciando de polvo las zonas ya terminadas, y me tocará volver a dejarlos bien limpios.
Cuando esté trabajando en los pisos superiores tendré que estudiar un sistema para evitar que el polvo se cuele en la cantina, ya que una vez cerrada sería imposible limpiarla bien. Por ahora resuelvo usando la aspiradora eléctrica, aparatosa y ruidosa pero eficaz.
Cuando esté trabajando en los pisos superiores tendré que estudiar un sistema para evitar que el polvo se cuele en la cantina, ya que una vez cerrada sería imposible limpiarla bien. Por ahora resuelvo usando la aspiradora eléctrica, aparatosa y ruidosa pero eficaz.
Acabadas las operaciones de limpieza, estoy preparado para cerrar la primera mitad del sótano. Las bóvedas recién montadas las instalaré en un segundo momento, tras haber dado el último toque a la escalera.
En los puntos de apoyo de los arcos echo un poco de masilla. Hasta ahora sólo la había usado en las estructuras de hormigón por su consistencia, que permite rellenar huecos y dar más resistencia a todo el conjunto.
Así que esta vez ya no hay marcha atrás, una vez colocadas las bóvedas, no se pueden volver a despegar.
Último toque: un poco de cola blanca para sellar el perímetro de las bóvedas, y luego reposo durante un par de días bajo unos 4 kilos de peso.
En los puntos de apoyo de los arcos echo un poco de masilla. Hasta ahora sólo la había usado en las estructuras de hormigón por su consistencia, que permite rellenar huecos y dar más resistencia a todo el conjunto.
Así que esta vez ya no hay marcha atrás, una vez colocadas las bóvedas, no se pueden volver a despegar.
Último toque: un poco de cola blanca para sellar el perímetro de las bóvedas, y luego reposo durante un par de días bajo unos 4 kilos de peso.