Sin alejarme de la habitación de servicio, vuelvo a reanudar la construcción de la estructura muraria con dos arcos de ladrillos que sujetarán en parte la bóveda y con otro arquito más pequeño que cerrará el acceso a la leñera.
A diferencia de los arcos del sótano (de medio punto), éstos serán rebajados, o sea caracterizados por una menor altura, como si se tratara de un segmento de una circunferencia.
Al ser la primera vez que construyo arcos de este tipo, voy a necesitar un nuevo soporte. Como en casos anteriores, decido usar recortes de cartón, pero esta vez ensamblados de tal manera que se eviten posibles deformaciones durante la puesta en obra y el secado de la cola. La nueva cimbra, que servirá para ambos arcos mayores, se parece a una cajita y está pegada con cola de contacto.
A diferencia de los arcos del sótano (de medio punto), éstos serán rebajados, o sea caracterizados por una menor altura, como si se tratara de un segmento de una circunferencia.
Al ser la primera vez que construyo arcos de este tipo, voy a necesitar un nuevo soporte. Como en casos anteriores, decido usar recortes de cartón, pero esta vez ensamblados de tal manera que se eviten posibles deformaciones durante la puesta en obra y el secado de la cola. La nueva cimbra, que servirá para ambos arcos mayores, se parece a una cajita y está pegada con cola de contacto.
El montaje de los arcos no tiene más dificultades que el de los de medio punto, y procede bastante rápido.
El arquito de la leñera, que es en realidad el primero que termino (ya lo hemos visto aquí), se revela ser un poco más complejo, ya que tiene que encajar con las piedras irregulares de la torre. El muro sobre el cual apoya presenta un recodo en correspondencia del umbral, así que el arco será más largo por el lado interior. No sé si queda muy claro dicho así, pero en la foto arriba a la derecha se ve bien el arquito desde arriba.
Los sillares de las paredes de apoyo van siendo cortados adecuadamente para coincidir con las extremidades de los arcos, que una vez comprobados en el sitio pasan por otro proceso de acabado (pulido, relleno de las juntas y barnizado).
Llevo a cabo estas operaciones en diferentes momentos, alternándolas con otros elementos de la construcción. En la siguiente imágen, por ejemplo, los arcos han sido apartados para proceder con el barnizado del suelo.
Mientras tanto voy trabajando en la columna, en las puertas y en la escalera principal, para que el edificio pueda crecer de manera más o menos uniforme en todas sus partes.
La última fase para terminar las estructuras verticales de la habitación de servicio consiste en la prolongación de las paredes opuestas a los arcos, ques también tendrán que adaptarse a la curva de la bóveda. Resulta más complicado hacerlo, ya que en el sótano la misma operación fue llevada a cabo sobre muros de ladrillos.
Pero de la bóveda hablaré en el próximo post, ya que también representa una novedad dentro de la Domus: ¡una bóveda de piedra!
MATERIALES:
ladrillos de Das, cartón, cola blanca, cola de contacto, pizarra (para el muro)
HERRAMIENTAS:
pinzas, lijas, tenazas, Dremel con disco abrasivo, tijeras, cutter, papel de lija
MEDIDAS (en cm):
Arco 1 (puerta leñera)
anchura: 2,5
profundidad: como ya he cerrado no la puedo medir :-(
altura (desde la base del arco al extradós): 0,3
Arco 2 (pared posterior)
anchura: 5,7
profundidad: 2,4
altura: 0,8
Arco 3 (lado almacén)
anchura: 5,2
profundidad: 2,3
altura: 0,8