Esta vez me toca dar un pequeño paso atrás con respecto al anterior post para mostrar las últimas etapas de la construcción del suelo del fondaco (o sea la alhóndiga o almacén).
Después de haber rellenado las juntas con el cemento, he seguido trabajando en los muros y en los demás elementos del fondaco, descuidando los acabados (que sería mejor realizar justo antes de la puesta en obra del entresuelo para evitar la excesiva exposición al polvo).
En realidad sé muy bien que eso de evitar el polvo es pura ilusión, ya que resulta imposible aislar adecuadamente los espacios internos de la Domus mientras voy puliendo los muros.
En realidad sé muy bien que eso de evitar el polvo es pura ilusión, ya que resulta imposible aislar adecuadamente los espacios internos de la Domus mientras voy puliendo los muros.
De todos modos, siendo ya próximo el posicionamiento de las vigas, ha llegado el momento de barnizar el suelo y el interior de la escotilla, que aún necesita de un pulido superficial en todo el perímetro.
En algunas de estas fotos aparecen elementos de los cuales todavía no he hablado, pero lo haré en otras entradas para no hacer confusión.
Por lo que se refiere al barnizado, se trata de una única capa de esmalte transparente, el mismo ya usado para los otros suelos y para todas las estructuras de ladrillo realizadas hasta ahora.
Por lo que se refiere al barnizado, se trata de una única capa de esmalte transparente, el mismo ya usado para los otros suelos y para todas las estructuras de ladrillo realizadas hasta ahora.
En un primer momento mi intención es la de barnizar solamente los cuadros de ladrillos, evitando las tiras de piedra para no oscurecer demasiado la pizarra. Ha de ser un trabajo de precisión, así que uso una brocha muy fina.
Sin embargo, después de haberme salido un par de veces del borde, me doy cuenta de que aunque barnizada, la pizarra puede volver a tomar su tono clarito simplemente secando o echándole encima un poco de polvo (de pizarra o de cemento). Así que optaré por un barnizado integral, llevado a cabo con la brocha plana de siempre.
El método de "ensuciado" también es el mismo ya experimentado con éxito: una brocha o un dedo lleno de polvo sobre el barniz aún sin secar.
Sin embargo, después de haberme salido un par de veces del borde, me doy cuenta de que aunque barnizada, la pizarra puede volver a tomar su tono clarito simplemente secando o echándole encima un poco de polvo (de pizarra o de cemento). Así que optaré por un barnizado integral, llevado a cabo con la brocha plana de siempre.
El método de "ensuciado" también es el mismo ya experimentado con éxito: una brocha o un dedo lleno de polvo sobre el barniz aún sin secar.
Viendo los buenos resultados, tomo seriamente en consideración la posibilidad de barnizar también las paredes internas del fondaco, pero probablemente lo iré haciendo sólo en algunos puntos, por ejemplo en los arcos de ladrillos o en los muros de piedra de la torre, que aparece muy clarita tras los rellenos con el cemento.
Ya veremos. Por ahora voy a limpiar las brochas y lo dejo secar todo...
Ya veremos. Por ahora voy a limpiar las brochas y lo dejo secar todo...
MATERIALES:
esmalte transparente mate para madera, cemento (para ensuciar)
HERRAMIENTAS:
papel de lija, cartón (para recoger el polvo), brochas, esponjita
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