[ESP] Construcción 76: Nicho de la entrada

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En época medieval la decoración de las viviendas era bastante simple y se limitaba a unos pocos elementos: arquibancos, taburetes, sillas, mesas, alfombras, cortinas...
Sin embargo era común la presencia de nichos o recesos en los muros (por entonces bastante gruesos) divididos por estantes o cerrados por puertas de madera y que tenían la función de verdaderos armarios empotrados.

En la Domus, la construcción de los muros de la entrada ha alcanzado ya una buena altura, así que decido realizar aquí mi primer nicho.
El lugar elegido se encuentra en la pared derecha, inmediatamente por encima del banco de piedra. Sólo se tratará de un pequeño receso cubierto por un arquito ojival.


Primero hay que colocar los sillares laterales. Sobre éstos posaré el arco, compuesto de tan sólo cuatro dovelas. El corte y labra de las piedras presenta una pequeña novedad: es la primera vez que tengo que cortar elementos curvados y no sé bien como hacerlo. Voy un poco a ojo, a partir de dos segmentos rectos y trabajando con las lijas hasta obtener la misma curva y longitud. Luego los corto por la mitad y voy lijándolos un poco en las juntas para que las superficies coincidan.
Supongo que con el tiempo desarrollaré una técnica menos casual, pero por esta vez me considero aprobado.
El arquito se sujeta por si solo, o sea que los maestros constructores no mentían. Ahora un poco de cola lo fijará definitivamente a la pared...



El segundo paso es la construcción del muro de fondo, usando piezas más finas que quedarán bloqueadas en su posición por el relleno de piedras y cemento del muro. Nada especialmente complicado, y en unos pocos minutos ya puedo contemplar el nicho terminado y listo para acoger... ¿el qué? ¿una vela? ¿una estatuita votiva? No sé, aún no he decidido lo que voy a colocar en su interior.

Así es como queda el nicho después de la puesta en obra de las últimas piedras:



MATERIALES:
pizarra, cola blanca
HERRAMIENTAS:
pinzas, tenazas, papel de lija, serrucho, lijas
MEDIDAS (en cm):
ancho: 1
alto: (desde el suelo - 2,4) (desde la base hasta la clave - 2)
profundidad: 0,7




[ESP] Construcción 75: Portón lateral (2) - hojas y mecanismo de cierre

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Al final del primer post dedicado a la construcción del portón lateral, tomé nota de la falta de uno de los agujeros para  el montaje de las bisagras. Así que, antes de seguir con la construcción de la puerta tendré que solucionar este problema.
Remover parte de los sillares sería un trabajo difícil y correría el riesgo de romper alguna pieza. Por otro lado el espacio limitado en el que tengo que moverme me hace imposible abrir un agujero perfectamente perpendicular a la pared, incluso con el auxilio del eje flexible.
Al final decido intentarlo igualmente, obteniendo como resultado la ruptura de una de las brocas. El agujero conseguido hasta ahora no es muy profundo, pero con un poco de cola podría fijar el pernio en su interior.
Para empezar, relleno dicho agujero con una gota de cola blanca. Luego, cuando ésta ya está medio seca, inserto el pequeño segmento de alambre doblado en forma de "L" y dejo secar del todo.
En unas horas la cola se volverá transparente, disimulando su presencia.


Ahora puede comenzar la segunda fase: la construcción de las hojas de madera.
Como ya dije, la puerta será de doble hoja y ligeramente más pequeña con respecto a las demás. Esta vez me inspiro directamente en las ilustraciones encontradas en los libros de Viollet-le-Duc, realizando hojas con marco interior reforzado por travesaños diagonales y tablas exteriores verticales.


La madera usada y el método de corte de las tablas son los mismos del portón principal, así que abreviaré las descripciones pasando directamente a las imágenes de las hojas terminadas, equipadas con dos aros de hierro / llamadores.


La única diferencia de la otra puerta es en realidad el uso de una cola que se ha revelado más indicada para este tipo de trabajos: se llama "cola de contacto" y permite el montaje de piezas incluso muy pequeñas sin las feas rebabas que deja la cola blanca y sin recurrir a pegamentos más agresivos y difíciles de manejar. El único inconveniente son los "hilos" que se forman a veces alejando el tubo de las superficies recién pegadas, pero se pueden remover tranquilamente con un punzón antes de que solidifiquen.
De todos modos, para cualquier otra estructura en piedra seguiré usando la cola blanca como he venido haciendo hasta ahora.

Volviendo a nuestra puerta, el mecanismo de cierre, además del cerrojo y de eventuales palos verticales, verá la presencia de una tranca corrediza horizontal que irá de una jamba a otra bloqueando el portón en posición cerrada.

La presencia de la tranca por supuesto complica la construcción del muro y de las jambas, pero como ya he adquirido cierta experiencia en el corte de la pizarra, consigo realizar las piezas de forma bastante precisa.

El listón de madera se inserta dentro de entrantes creados en ambos muros, siendo uno de ellos más amplio para permitir su movimentación y remocción en posición abierta.
De hecho, cuando el acceso esté cerrado, la tranca quedará apoyada a una pared o tumbada en el suelo. Eso sí, para las operaciones de apertura y de cierre harán falta un par de brazos fuertes, mientras que en mi caso dos dedos son suficientes...




Las bisagras superiores y los otros hierros serán colocados más adelante, cuando los muros lleguen al nivel adecuado. Pero ya que en el último post se hablaba de mudanza, aquí os dejo una panorámica de la obra en su nueva colocación, enteramente dedicada a la construcción de la Domus.


MATERIALES:
pizarra, cola blanca, cola de contacto, madera, alambre viejo

HERRAMIENTAS:
cutter, pinzas, tenazas, papel de lija, serrucho, Dremel

MEDIDAS (en cm):
a hojas cerradas: 3,4 x 5,5 x 0,4
tranca: 0,3 x 0,3 x 4,9
hueco de la puerta: 3,8 x 1,9
anchura umbral: 2,6




Costruzione 210: Piano nobile - perimetro murario (3) e arcate in pietra

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Riprendo a distanza di un anno la descrizione delle murature del primo piano, soffermandomi su alcuni dettagli architettonici che vanno lentamente prendendo forma.
La parte più visibile del perimetro esterno, ovvero la facciata a bande orizzontali in marmo e ardesia, è già praticamente terminata. I muri interni e le facciate laterali invece sono rimasti indietro, tranne quelli della torre e del cucinino ai quali ultimamente ho dedicato più tempo.

La stessa facciata principale manca ancora delle parti murarie interne che formeranno i vani delle finestre e rafforzeranno la struttura come pilastri portanti tra un'apertura e l'altra.
Inizierei questo post proprio da qui, con alcune foto in cui si vede lo sviluppo dei vani e il completamento dello scalino in pietra.


Successivamente i pilastri proseguono il loro cammino verso la base delle arcate che ne chiuderanno le aperture e che saranno coperti dall'intonaco affrescato che decorerà l'interno del salone.


La facciata si raccorda a 90° con la grande parete laterale e prosegue fino agli archi d'accesso alla balconata.


La porzione di muro in mattoni già realizzata, completa di archi di scarico, viene temporaneamente smontata e ricollocata più in alto. In questo caso si tratta più che altro di una scelta estetica per fare in modo che il passaggio dalla pietra al mattone coincida su tutta la facciata laterale.




Questa però non è l'unica modifica a cui viene sottoposto, perché l'accostamento dei filari di pietra e dei mattoni non mi ha mai convinto del tutto, essendo risolto con una linea troppo netta e regolare. Per cui, dopo mille ripensamenti ne altero il profilo rimuovendo alcune pietre e sostituendole con nuovi corsi di mattoni. La riempitura dei giunti con il cemento contribuirà ad uniformare maggiormente le due diverse superfici.
E meno male che era un muro di secondaria importanza, perché mi sta costando molto più fatica degli altri!

Procedendo nel nostro giro lungo il perimetro della Domus, ci ritroviamo al livello della balconata lignea, che è sempre lì in attesa che i muri crescano per potersi arrampicare sulla facciata.
La connessione tra il muro esterno e la parete adiacente è piuttosto complessa, perché in questo punto si incrociano anche il muro tronco e la base dell'arcata di spina che attraverserà il salone per tutta la sua larghezza.


Le murature crescono fino a un punto prestabilito, dopodiché si torna a montare la centina di cartone (la stessa già usata per le arcate del loggiato d'ingresso) e si procede alla costruzione del primo arco a sesto acuto.




I conci, appositamente sagomati per seguire la curvatura dell'arco, vengono posati uno ad uno fino a pochi millimetri dalla sommità.


Poi, una volta collocata la chiave, la struttura si autosostiene e posso rimuovere il supporto per procedere alla costruzione del secondo arco.


Questa volta l'estradosso andrà rifinito per bene, perché da qui in poi il muro proseguirà in mattoni e il maggiore contrasto cromatico ne renderà ben visibile il profilo.


Rimandiamo la posa dei mattoni a un altro post e dirigiamo l'obiettivo verso il muro che separa il salone dalla struttura della torre.
Questa parete non presenta particolari difficoltà, se non per la scelta di pietre dalle forme regolari e "compatibili" tra loro. Ogni volta che vado ai giardini ne raccolgo qualcuna, così da non rischiare di restare senza materia prima.
Nelle seguenti foto si nota l'aggiunta di due nuovi corsi, oltre alla crescita dello stipite della porta, che viene realizzato invece con blocchi di ardesia perfettamente squadrati.


Procedendo ancora in senso orario, raggiungiamo l'interno della torre e il vano scala. Qui il muro in mattoni finalmente ha superato l'architrave della finestra e attende soltanto la posa dell'arco di chiusura.


Anche il passaggio per il portello della torre è sormontato da un piccolo archetto in pietra, che verrà unito all'arco esterno in mattoni da un voltino in tecnica mista.
Il posizionamento della colonna romana sul tramezzo delle scale, invece, anticipa un argomento del quale parlerò più avanti, ovvero il riuso della porzione di fusto e del capitello ritrovati durante gli scavi per le fondazioni della Domus...


Per finire questo tour a 360°, sorvoliamo rapidamente il cucinino, del quale abbiamo già ampiamente parlato...


...ed atterriamo nella saletta d'angolo, il cui interno è quasi pronto per le rifiniture di rito. Due archi ribassati in pietra chiudono i rispettivi vani finestra (una delle quali, ahimé, è ancora da costruire), mentre l'interno della lunetta viene completato dalla muratura in mattoni, in attesa dell'intonacatura finale.




E che altro dire? Ci vediamo alla prossima!

MATERIALI:
mattoni, ardesia, ghiaia, colla bianca
STRUMENTI:
tenaglie, pinzette, carta abrasiva, spatolina, seghetto, lime, livella a bolla, righello, supporto in cartone




 
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