Una vez colocados los sillares que constituyen la base de los muros portantes, comienzan a tomar forma los espacios que albergarán los ambientes de la planta baja de la Domus.
Uno de éstos es la entrada principal, es decir la habitación en la cual nos encontraríamos una vez superado el primer umbral.
Uno de éstos es la entrada principal, es decir la habitación en la cual nos encontraríamos una vez superado el primer umbral.
En nuestro caso se trata de un pequeño espacio cuadrangular sobre el cual se abren tres pasajes: el portón principal que da acceso a la logia frontal de la casa; una puerta de menor tamaño que se abre sobre la escalera que baja a la cantina y otro arco a través del cual se sube a las escaleras para los pisos superiores.
Las últimas dos aberturas se encuentran una al lado de la otra en la pared opuesta a la del portal. Por la izquierda se baja a la cantina, por la derecha se sube al entresuelo y a los ambientes privados de la casa.
Esta habitación ha pasado por varios cambios en fase de proyecto. En principio había imaginado un espacio algo más amplio y de mayor impacto visual, destinado a impresionar a los invitados. Luego me di cuenta que mi idea (a la izquierda) traía inspiración principalmente de las entradas de época renacentista de las cuales Génova aún guarda muchos ejemplos. En general las entradas medievales no eran tan amplias y a menudo se abrían directamente sobre escaleras muy empinadas, de difícil acceso pero fáciles de defender en caso de ataque.
Su aspecto final (aunque sólo esbozado) tras varios cambios, dictados sobre todo por el desarrollo de las escaleras, es el siguiente:
Pero ahora dejemos a un lado la teoría y pasemos a la práctica.
He trabajado con anterioridad a la colocación de los sillares en los muros perimetrales y al relleno de algunos intersticios. Ahora dedicaré un poco de tiempo a la construcción de la entrada.
Primero queda por completar la bóveda de la escalera y las paredes de ladrillo, que en el último tramo deberán insertarse en la estructura de piedra de la planta baja.
A la altura del último escalón, comienzo a poner los sillares que enmarcan la puerta, encajándolos hasta la base de la bóveda con los ladrillos de los muros, que aquí vuelven a estar dispuestos en líneas horizontales.
A la altura del último escalón, comienzo a poner los sillares que enmarcan la puerta, encajándolos hasta la base de la bóveda con los ladrillos de los muros, que aquí vuelven a estar dispuestos en líneas horizontales.
El corte de las piedras debe ser cuidadoso, tratándose de muros que ya pertenecen a los ambientes internos de la casa. Antes de colocar cada pieza tengo que asegurarme que su posición sea la correcta, perfectamente perpendicular al suelo y a las paredes y de forma lo más regular posible.
A pesar de eso, consigo trabajar cortando las piezas de forma manual usando el Dremel sólo para las piezas más grandes o para retocar las piedras ya pegadas.
Es un detalle importante, ya que la menor cantidad de polvo me permite trabajar en la casa mientras fuera hace frío.
Es un detalle importante, ya que la menor cantidad de polvo me permite trabajar en la casa mientras fuera hace frío.
Para mantener con más facilidad la horizontalidad de los muros, tengo que construir una estructura de madera que iré perfeccionando con el tiempo y de la cual hablaré en otro post. El hilo blanco que aparece en estas fotos pertenece precisamente a esa estructura y marca el nivel del suelo.
La forma de la puerta es muy simple y consiste en una abertura rectangular cerrada en la parte superior por un arquitrave de piedra y acabada con jambas que la enmarcan regularizando su perfil. En su interior colocaré una puerta de madera enquiciada por el lado izquierdo que se abrirá hacia el interior de la entrada.
Una vez terminado el marco me doy cuenta que su altura es excesiva, así que voy a rebajarla cortando las jambas y sustituyendo el arquitrave, dañado en las operaciones de despegue. Un desgaste de materiales que el comitente pondrá seguramente a mi cargo.
Además les puedo adelantar que no será el último, ya que el montaje de la puerta traerá más problemas...
Una vez terminado el marco me doy cuenta que su altura es excesiva, así que voy a rebajarla cortando las jambas y sustituyendo el arquitrave, dañado en las operaciones de despegue. Un desgaste de materiales que el comitente pondrá seguramente a mi cargo.
Además les puedo adelantar que no será el último, ya que el montaje de la puerta traerá más problemas...
De todos modos, mano a mano que las puerta va tomando forma, sigo también con la construcción de la bóveda, que alcanzada la vertical de los últimos escalones deberá hacer un recodo para situarse de nuevo paralela al suelo.
Reciclando el cartón que había usado para construir la bóveda, preparo un soporte curvo que me ayudará en la realización de este último tramo de cobertura.
Y por ahora nos quedamos aquí. Apoyo la bóveda en su lugar sin todavía pegarla definitivamente y doy por finalizada esta primera parte de la planta baja.
Antes de seguir con las paredes habrá que encargarse del pavimento...
Reciclando el cartón que había usado para construir la bóveda, preparo un soporte curvo que me ayudará en la realización de este último tramo de cobertura.
Y por ahora nos quedamos aquí. Apoyo la bóveda en su lugar sin todavía pegarla definitivamente y doy por finalizada esta primera parte de la planta baja.
Antes de seguir con las paredes habrá que encargarse del pavimento...
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