En el primer post dedicado a la construcción de la columna había adelantado que, para la realización del fuste, estudiaría un método que me permitiera ahorrar tiempo (y quizás también trabajo).

Para hacer que el perfil del fuste resulte recto y liso hace falta que las diferentes piezas que lo componen estén talladas a la vez y no por separado como en el caso de la basa.
Primero entonces deberé cortar los bloques blancos y negros y unirlos en un único fuste "en bruto".
La incógnita está representada por la resistencia de la cola, que deberá sujetar las piezas durante las operaciones de corte y pulido. Éstas necesitarán cierto ímpetu y serán en parte manuales.

Una vez encontrados los listones de mármol y pizarra adecuados, procedo con el corte de las teselas en una forma más o menos cuadrada. La altura varia según el color: las piezas blancas son ligeramente más finas que las negras (1mm menos) para amortiguar el efecto óptico que las hace más visibles al ojo humano.

Las teselas obtenidas de este modo pasan luego por una primera fase de pulido, hasta alcanzar un tamaño parecido entre ellas. Puedo incluso efectuar un pulido general con papel de lija sujetando todas las piezas a la vez con la simple presión de los dedos.

A continuación, voy pegando una a una las teselas entre ellas y dejo que la cola se seque. A uno de los extremos agrego el único segmento terminado hasta ahora (un test previo) que usaré como guía para dar forma al resto de la columna.

Después de unas horas la cola está bien seca y la unión parece bastante firme.
En un primer momento el trabajo procede de forma manual, frotando las esquinas de la columna sobre papel de lija. Luego fijo la pieza al torno y sigo puliendo con el Dremel hasta obtener un fuste perfectamente octogonal. Los retoques finales son de nuevo manuales, ya que voy repasando la superficie con papel de lija fino para eliminar los arañazos dejados por el grueso, hasta dejarla lisa al tacto.

Ahora el fuste está terminado y puedo montarlo sobre la basa ya hecha. Todavía queda por calcular la altura definitiva de la columna, así que es más que probable que se haga necesario algún pequeño cambio.
En la tercera parte me encargaré de la construcción del capitel y del montaje de la columna dentro de la Domus. De momento todavía puedo sujetarla en mi mano como si se tratara de la pieza de un ajedrez imaginario...

MATERIALES:
cola blanca, pizarra, mármol blanco
HERRAMIENTAS:
papel de lija grueso y fino, lijas para metales, serrucho, torno de mesa, espátula
MEDIDAS (en cm):
plinto superior: base 1,9 x 1,9; altura 1,15;
basa de mármol: altura 0,7;
elemento del fuste: diámetro 1,5; caras 0,6; altura 0,6 (blancos) 0,7 (negros).
altura total basa + fusto (hasta ahora): 5,9

Con el crecimiento en altura del los muros perimetrales, se va desarrollando también la estructura de la torre.
Como ya dije, su cuerpo está constituido por sillares de formas más irregulares con respecto a los que componen el resto del edificio. En efecto la construcción de los muros necesita de una selección más cuidadosa de las piedras en base a su forma, que es posible modificar sólo en parte debido a su dureza.

El esqueleto metálico usado hasta ahora es el mismo de todos los demás muros, pero teniendo en cuenta que la torre deberá doblar en altura el edificio principal quedando libre de apoyos en la parte superior, decido insertar un ulterior refuerzo interno.
Este estará constituido por dos varillas roscadas de acero, colocadas en dos de las cuatro esquinas de la torre y que formarán su esqueleto, junto con el alambre, hasta dos tercios de su altura.
A partire de la mitad, insertaré también otras dos varillas en las esquinas opuestas, que alcanzarán la cima de la torre convirtiendola así en una estructura a prueba de terremoto (y de mudanza).

Por lo que se refiere a la estructura de piedra de la torre, la construcción avanza en paralelo a la de los elementos que la componen: la leñera y la escalera. Los muros de piedras se entrelazan con los de pizarra, formando las esquinas que serán visibles en la fachada exterior como consecuencia de los cambios aportados a la base de la torre y descritos en el primer post.

MATERIALES:

piedras, cemento, cola blanca, varilla roscada, alambre inoxidable

HERRAMIENTAS:

pinzas, papel de lija, lijas para metales, tenazas, serrucho

MEDIDAS (en cm):

longitud varillas: 96 / 2

diámetro: 0,3

Este post tiene como objetivo definir el estado actual de la obra y mostrar el crecimiento vertical de la Domus y de las estructuras de la planta baja, sin detenerse demasiado en ninguna de ellas.

El corte de las piedras para la construcción de los muros sigue del mismo paso que la construcción de las diversas estructuras descritas en los capítulos anteriores, y piedra tras piedra las paredes van creciendo y enmarcando los ambientes internos y parte de las fachadas del edificio.

También voy extendiendo, cada vez que se presenta la necesidad, la armadura metálica interna, agregando nuevos segmentos de alambre.
Por supuesto las partes más complejas se revelan ser las jambas de las puertas y las intersecciones de los muros. A menudo las cuotas de los sillares no coinciden de uno a otro y es necesario colocar bloques más pequeños cortados a medida para reestablecer las lineas horizontales.

Otra fase imprescindible es el nivelamiento horizontal de los muros después de la puesta en obra de cada fila de sillares. Sin esta medida, cualquier imperfección se vería amplificada fila tras fila, dando como resultado un muro torcido.
Evidentemente esta operación resulta más fácil con los bloques de pizarra que con las piedras duras de la torre, entre las cuales a veces coloco algún sillar más cuadrado para agilizar el trabajo.

Mano a mano que la construcción procede, hace falta tener bien a la vista el proyecto para verificar que las medidas correspondan y en caso negativo aportar cambios o realizar nuevos estudios. De este modo será posible visualizar con antelación el aspecto final de las estructuras y evitar sorpresas.

Una vez que los muros externos han alcanzado el nivel deseado, aprovecho para realizar unos agujeros en los pilares de la fachada y colocar las anillas de hierro. Estas son un elemento común en una época en la cual el principal medio de transporte era el caballo y se usaban, por supuesto, para atar las riendas del animal mientras el dueño estaba en la taberna o estaba despachando algún asunto en los alrededores.

Pero como los callejones de Génova eran bastante estrechos, me imagino que en algunos casos la presencia de caballos "aparcados" fuera de los edificios sería causa de altercados y tenía que estar reglamentada de alguna manera.

Para terminar este post voy a colgar un par de imágenes en las cuales se puede apreciar el crecimiento de los muros del pórtico, que ahora resultan casi a la altura de la vista...

MATERIALES:

pizarra, gravilla, cola blanca, cemento, agua, alambre

HERRAMIENTAS:

pinzas, papel de lija, lijas, serrucho, tenazas, pincel, esponja, taladro eléctrico, accesorios Dremel

Come anticipavo nel precedente post dedicato alla costruzione della torre, le arcate di copertura del portello sono già pronte e attendono solo di essere incollate. Anzi, quella esterna in mattoni è già installata e in breve verrà inglobata da nuove pietre che porteranno il paramento esterno all'altezza della facciata laterale.

Detto questo, prima di poter completare la copertura del vano interno (per la quale ritaglio già un segmento di cartone sul quale collocare i mattoncini della volta), dovrò installare il cancelletto in ferro e verificare il suo corretto funzionamento, approfittando del poco spazio di manovra a disposizione.

La costruzione del cancelletto è un po' travagliata per via delle modifiche che apporterò durante e dopo il montaggio, affidandomi all'improvvisazione senza un progetto preciso.
Durante la costruzione degli stipiti avevo previsto la presenza di due ganci in ferro sul lato destro, per cui la creazione del cancello parte dal presupposto (sbagliato) che l'intera struttura si sarebbe sostenuta su due soli cardini, per giunta collocati in corrispondenza delle traverse centrali.

Inizialmente realizzo le sbarre verticali con fil di ferro di dimensioni normali, collegate tra loro da due traverse dello stesso filo, ma ribattute e modellate per incastrarsi con i segmenti precedentemente tagliati.

Una delle due traverse risulta troppo corta e andrebbe sostituita, cosa che mi dà lo stimolo per ripartire da capo, scegliendo un filo metallico di diametro maggiore, meno soggetto a piegature durante il montaggio e che dia al cancello un aspetto più solido e resistente.

Anche le nuove traverse sono più massicce e dritte, ma non si adattano per nulla alla forma delle sbarre verticali. Di conseguenza risulta impossibileche queste si mantengano parallele tra loro senza l'uso di un collante.

Fin dall'inizio mi ero chiesto se usare o meno la colla per il montaggio del cancelletto, preferendo una costruzione ad incastro come quella del cancello sotterraneo. Purtroppo però le mie scorte di filo metallico sottile si sono esaurite da tempo, quindi non mi resta che "barare" usando qualche goccia di colla istantanea trasparente che blocchi il tutto senza lasciare sbavature.
Questa colla (tipo Attak, per capirci) fa effetto in pochi secondi e va maneggiata con cura. Per cui, se voglio evitare di costruire un cancello sbilenco, devo trovare il modo di bloccare i pezzi nella giusta posizione. Risolvo il problema con un po' di plastilina e alcuni listelli di legno.

Ed ecco completata la struttura base del mio cancello, completo di altre due traverse che bloccano le sbarre ad entrambe le estremità.

A questo punto però mi rendo conto che limitare l'aggancio del cancello a due soli cardini non è molto realistico e lo rende ben poco stabile, nonostante la presenza della spranga interna che lo ancora alla parete interna della torre.

Modificare il cancello sostituendo le due traverse prive di asole, in fin dei conti non risulta troppo complesso. Tutt'altro discorso è invece realizzare i fori nello stipite in pietra, con il poco spazio a disposizione per il movimento del trapano.
Nonostante le difficoltà e con l'aiuto di un po' di colla, l'operazione ha successo. Finalmente il cancelletto poggia su quattro cardini, ruotando all'esterno a 90° senza impedimenti di sorta.

Ora devo occuparmi della serratura, costruendo il chiavistello e collocando all'interno del muro l'asola nella quale scorrerà il paletto di chiusura.

Ed è giunto il momento di completare anche la copertura con il montaggio della piccola volta, che realizzo in tecnica mista pietra/mattoni e rifinisco con le lime per adattarla alla conformazione irregolare del muro.

L'ultimo tocco sarà la copertura definitiva della volta con il cemento, cosa che permetterà finalmente al perimetro della torre di crescere in tutto il suo spessore, allineandosi con il resto delle strutture costruite fino ad ora.

E anche per questa volta è tutto!
Nel prossimo capitolo seguiremo la costruzione di un elemento che andrà ad arricchire il vano scale del primo piano, e che questa volta mi vedrà alle prese con il Dremel e un piccolo cubetto di marmo...

MATERIALI:
ardesia, mattoni, pietra, fil di ferro ossidato, colla bianca, colla istantanea (SuperGlue)
STRUMENTI:
tenaglie, pinzette, uncino, carta abrasiva, Dremel con punte diamantate, legno, plastilina
MISURE (in cm):

portello esterno: 2,2 x 4
diametro sbarre: 0,15