Ha llegado el momento de montar las tres rejas de la prisión.
Con la multiherramienta Dremel (dotada de eje flexible) efectuo los agujeros en el suelo, ya marcados con el lápiz en correspondencia de las barras de la reja frontal.
Esto me permite colocar la primera reja (doblando de momento las barras horizontales) y tomar las medidas necesarias para los agujeros que voy a hacer en la pared.
En esta ocasión no voy a poder usar el Dremel, ya que ni el eje flexible cabe en el espacio angusto entre las paredes del sótano. Saco la broca del taladro y la empujo contra el muro con la punta del dedo índice, mientras con la otra la voy girando en un sentido y en otro.
Es un método lento y un poco aburrido, pero por suerte el Das se mantiene blando incluso cuando está seco.
Una vez hechos todos los agujeros coloco de nuevo la reja, ahora insertandola también en la pared, y corto las barras verticales para que coincidan con el arco superior. Algunas de las horizontales resultan un poco cortas y no llegan a tocar el pilar de piedra. Puede que más adelante las cambie por otras más largas.
De momento voy a seguir con el montaje de las otras dos rejas, aunque primero colocaré un par de aros de hierro (que hice tiempo atrás) en la pared de piedra. Servirán para sujetar las cadenas que atan los presos, pero los veremos más adelante junto con la historia de este extraño muro...
Voy encajando la reja central sin taladrar los pilares de piedra, tarea que con mis medios resultaría especialmente complicada (si no imposible). Aquí también corto las barras en exceso y vuelvo a colocar el arco.
El procedimiento para instalar la última reja es muy parecido al de la primera.
Ahora puedo volver a colocar todos los arcos y las bóvedas, y la estructura de la celda resulta terminada. Aún faltan unos detalles y los acabados, pero ya me parece distinguir entre las sombras una figura, agachada contra la pared: cabello largo, cuerpo flaco... una pesada cadena en los pies y las marcas de una tortura reciente.
Pero quizás se trate sólo de una mala jugada de mi fantasía...
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